Comenzemos por definir ¿Qué es la clase? tomando como referencia los aportes de varios autores partimos por decir que la clase, es un espacio de construcción de conocimientos por parte del alumno, ayudado por estrategias de enseñanza, es además un espacio pedagogico de poder de comunicación de relaciones de orden y desorden, de cocenso y conflicto, es un lugar de encuentro, es ante todo un ambito complejo. Podria pensarse a la clase entonces, como un sistema complejo, en el sentido de un campo donde un conjunto de procesos, elementos y sujetos diversos que se interrelacionana entre si en este espacio.
Es el escenario donde se produce las practicas pedagogicas, lo que nos remite a un ambito delimitado por el aula en lo especial, y por el año lectivo en lo temporal. Estos dos rasgos no son tan acotados, ya que encontramos que el tiempo en la clase se presentan de diversas maneras.
Retomando lo anterior podemos decir que en la "Clase" subyacen 3 elementos fundamentales para llevar a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Estos son: Docente, Alumno y Conocimiento.
Considerando a la educación cmo un asunto que se juega entre humanos donde alguien tiene como rol fundamental: " Enseñar y Educar" y otros tienen el rol definitorio "Aprender y ser Educado". Cabe aclarar que en este proceso de enseñanza y aprendizaje, no debemos posicionar desde un lugar rigido donde el docente solo enseña y el alumno solo aprende. Es decir, que en este espacio de la clase es necesario la "Retroalimentación" donde el docente puede aprender y el alumno puede enseñar convocando asi a una escena pedagogica de su experiencia, su Mundo Interior, etc.
Según la concepción del docente, la enseñanza puede darse según Fenstermacher desde tres tipos de enfoques de enseñanza: El enfoque ejecutivo, terapautico y liberador. Desde nuestra postura consideramos que estos enfoques se hallan los tres relacionados, porque un docente debe instruir de como adquirir el contenido por parte del alumno, es el docente que debe seleccionar el material y adaptarlo al nivel del estudiante. Estos materiales, deben ser progresivos para el alumno, posibilitando que los conociemientos adquiridos en la clase puedan servirles en un mañana. No debemos olvidar que en el acto pedagógico no solo el docente posee conocimiento sino que ambos lo poseen generando así una retroalimentación. Facilitando al estudiante construir su propia indentidad y permitirles a su vez la significación de su espacio, ...¿Y esto para que?... Para obtener sujetos situados, pensantes y capaces de formar opiniones e ideas válidas, capaces de comprender, respetar y transformar. (Estefania-Diego-Naty-Mariela-Brenda-Federico-Carina-Pedro) "Los Luceritos"...
"Luceritos" en alusión al nombre de la Escuela, y además porque lo significamos con la luz, con el brillo, es decir, hacer de nuestras prácticas docentes un destello de experiencias maravillosas y enriquecedoras...!
miércoles, 29 de septiembre de 2010
viernes, 24 de septiembre de 2010
> 26 DE SEPTIEMBRE - Semana de los Derechos del Niño y del Adolescente
Por un Futuro Igualitario
El primer gran llamado de atención con respecto a los derechos de los más chicos se dio a raíz de la Primera Guerra Mundial, por cuya consecuencia muchos niños quedaron huérfanos o desprotegidos.
El 26 de septiembre de 1924, la Asamblea de la Sociedad de las Naciones adoptó la primera declaración existente relacionada con los Derechos del Niño -que había sido elaborada por Eglantina Jebb (una pedagoga suiza)- y la llamó "Declaración de Ginebra". Esta declaración mantuvo su vigencia y fue perfeccionada y adaptada a través de los años, hasta que el 20 de noviembre de 1959 se da un gran avance cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas se basa en ella para emitir la Declaración de los Derechos del Niño, que constaba de 10 principios pero que eran simplemente enunciados (esto es, que no obligaban por sí mismos a ningún país a cumplirlos).
Pasaron casi 20 años hasta que se empezó a transformar esta declaración de principios en un instrumento jurídico: como el año 1979 se iba a declarar "Año Internacional del Niño", en 1978 Polonia propuso a la ONU un proyecto que transformara la Declaración en una Convención (que implica un mayor compromiso). Para trabajar en este proyecto se nominó a la Comisión de Derechos Humanos, la que recién 10 años después presentó oficialmente el texto de la Convención. Así fue que el 20 de noviembre de 1989, en la 44a Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño, que fue suscrita por todos los países, en lo que significa un inmenso avance en la defensa y protección de los derechos del niño.
Por su intermedio, los Estados ratificantes se comprometen a incorporar en sus propias leyes y prácticas particulares todos los principios contenidos en ella. Esto es importantísimo por cuanto de este modo se convierten sus disposiciones en normas de carácter obligatorio, tanto dentro del país como internacionalmente. Además, los Estados tienen la obligación de informar sobre su cumplimiento.
Por otra parte, Naciones Unidas convocó además a los Jefes de Estado de todo el mundo para que se comprometan a priorizar su inversión en la satisfacción de las necesidades básicas de los niños.
En nuestro país, a conciencia de la importancia de esta problemática, en el Ministerio de Cultura y Educación de la Nación se le ha dado gran relevancia a una campaña pedagógica de comunicación avalando la celebración de esta semana, que puede ser muy positiva para que los chicos se den cuenta de que tienen derechos, los reconozcan y a partir de allí puedan analizar la Declaración.
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO
Asamblea General de las Naciones Unidas - 20 de noviembre de 1959
1- El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción por motivos de raza, color, sexo, idioma, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o condición ya sea del propio niño o su familia.
2- El niño gozará de una protección especial y disposición de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la condición fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
3- El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
4- El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse tanto a él como a su madre cuidados especiales, incluso atención prenatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de atención, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
5- El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especial que merece su caso en particular.
6- El niño, para pleno y armonioso empleo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible deberá crecer bajo el amparo y responsabilidad de sus padres, en todo caso en un ambiente de afecto y seguridad moral y material. Salvo circunstancias extremas, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados para su subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas, conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
7- El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las tres etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita en condición de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación, dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación. La sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
8- El niño debe, en todas circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
9- El niño debe ser protegido de toda forma de abandono, crueldad, y explotación. No será objeto de ningún tipo de maltrato. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada, en ningún caso se le permitirá dedicarse a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
10- El niño deberá ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
domingo, 19 de septiembre de 2010
21 de Septiembre Día del Estudiante
El estudiante, esperanza de los pueblos
En coincidencia con el inicio de la primavera, cada 21 de septiembre los estudiantes duplican sus motivos para celebrar y renovar su tan noble y necesaria actividad.
El estudiante, esperanza de los pueblos
En coincidencia con el inicio de la primavera, cada 21 de septiembre los estudiantes duplican sus motivos para celebrar y renovar su tan noble y necesaria actividad.
La institución del Día del Estudiante en coincidencia con el Día de la Primavera no es un mero capricho del destino ni del azar, sino una justificada unificación de dos fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad, de la naturaleza y del espíritu humano.
Y como no podía ser de otro modo, en este día la juventud es protagonista con actividades de todo tipo, en su mayoría al aire libre como guiño de complicidad con la estación que se inicia.
Detrás de las celebraciones y el jolgorio, sin embargo, subyace una cuestión más profunda que no debe perderse de vista: la renovación de un compromiso, de una responsabilidad asumida con uno mismo, con el país y con las generaciones venideras, en tanto y en cuanto el estudiante representa, desde su propia concepción y por sus objetivos y razón de ser, el futuro del pueblo que lo está educando.
En su día, que las celebraciones del presente no tapen el compromiso con el futuro.
Históricamente, a los estudiantes se les han dedicado numerosas poesías y canciones. A modo de homenaje, es propicio compartir una canción que simboliza el espíritu de este día. Está escrita por Francisco García Jiménez, Ernesto Galeano y Carlos Guastavino, y dice así:
Canción del Estudiante
¡Estudiantes!... Alcemos la bandera
que ilustraron los próceres de ayer
y florezca a sus pies la primavera
del amor renovado en nuestro ser.
¡Y echen a vuelo el nombre de estudiantes,
en bronces de romántica emoción,
los que lo son, los que lo fueron antes;
los que por suerte, tienen de estudiantes
para toda la vida el corazón!
Brisa que riza el Plata, zonda de andino tope,
tibio aliento del norte, racha del Sur...
¡Lleven los cuatro vientos, en su galope,
esta canción que canta la juventud!
Almas y voces juntas, manos entrelazadas;
honda fe de argentinos y un mismo afán;
ansias de noble ciencia nunca saciadas,
ojos puestos en rutas, en rutas del más allá.
En coincidencia con el inicio de la primavera, cada 21 de septiembre los estudiantes duplican sus motivos para celebrar y renovar su tan noble y necesaria actividad.
El estudiante, esperanza de los pueblos
En coincidencia con el inicio de la primavera, cada 21 de septiembre los estudiantes duplican sus motivos para celebrar y renovar su tan noble y necesaria actividad.
La institución del Día del Estudiante en coincidencia con el Día de la Primavera no es un mero capricho del destino ni del azar, sino una justificada unificación de dos fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad, de la naturaleza y del espíritu humano.
Y como no podía ser de otro modo, en este día la juventud es protagonista con actividades de todo tipo, en su mayoría al aire libre como guiño de complicidad con la estación que se inicia.
Detrás de las celebraciones y el jolgorio, sin embargo, subyace una cuestión más profunda que no debe perderse de vista: la renovación de un compromiso, de una responsabilidad asumida con uno mismo, con el país y con las generaciones venideras, en tanto y en cuanto el estudiante representa, desde su propia concepción y por sus objetivos y razón de ser, el futuro del pueblo que lo está educando.
En su día, que las celebraciones del presente no tapen el compromiso con el futuro.
Históricamente, a los estudiantes se les han dedicado numerosas poesías y canciones. A modo de homenaje, es propicio compartir una canción que simboliza el espíritu de este día. Está escrita por Francisco García Jiménez, Ernesto Galeano y Carlos Guastavino, y dice así:
Canción del Estudiante
¡Estudiantes!... Alcemos la bandera
que ilustraron los próceres de ayer
y florezca a sus pies la primavera
del amor renovado en nuestro ser.
¡Y echen a vuelo el nombre de estudiantes,
en bronces de romántica emoción,
los que lo son, los que lo fueron antes;
los que por suerte, tienen de estudiantes
para toda la vida el corazón!
Brisa que riza el Plata, zonda de andino tope,
tibio aliento del norte, racha del Sur...
¡Lleven los cuatro vientos, en su galope,
esta canción que canta la juventud!
Almas y voces juntas, manos entrelazadas;
honda fe de argentinos y un mismo afán;
ansias de noble ciencia nunca saciadas,
ojos puestos en rutas, en rutas del más allá.
viernes, 17 de septiembre de 2010
17 DE SEPTIEMBRE - Día del Profesor
José Manuel Estrada, un hombre de ideales
En este día se rinde homenaje a José Manuel Estrada, quien además de destacado profesor era un notable orador, escritor y periodista, y un gran educador. En su persona quedan representados todos los profesores que con profunda vocación contribuyen a la educación de las nuevas generaciones.
José Manuel Estrada fue uno de los más destacados intelectuales de su época (nació el 13 de julio de 1842 -en Buenos Aires- y murió el 17 de setiembre de 1894 -en Asunción del Paraguay-) y también, según quienes lo conocieron, el orador más virtuoso de la Argentina de aquellos años.
Estrada quedó huérfano desde muy pequeño, y quedó a cargo de su abuela, Carmen de Liniers. Concurrió al Colegio San Francisco, donde recibió con profundo interés lecciones de filosofía, teología, religión y humanidades, que lo forjaron como un férreo defensor del catolicismo, actitud con la que se destacaría años después en su tarea política.
Su formación autodidacta recibió un fuerte aliciente en 1858, cuando ya finalizados sus estudios primarios fue premiado en un concurso de historia. A partir de allí se interesó con mayor énfasis en el estudio de la historia, y así fue que terminó por convertirse en uno de los más destacados historiadores argentinos.
Además de abocado profesor, historiador puntilloso y católico combativo, Estrada fue escritor, periodista y político, todo lo cual lo transformó en uno de los más fieles exponentes del pensamiento argentino en los inicios de la modernidad de nuestra Nación.
Como escritor, se destaca su obra Signun Foederis (El signo de la Confederación), que resume su profesión de fe religiosa y su pensamiento político.
Señor Profesor
Con sólo 24 años (en 1866) se inició en la docencia, y al poco tiempo la recopilación de sus Lecciones sobre la Historia de la República Argentina se transformarían en un libro. Aunque joven, era muy reconocido, tanto que el mismo Domingo Faustino Sarmiento lo nombró Secretario de Relaciones Exteriores y le encargó la enseñanza de Instrucción Cívica en el Colegio Nacional (Estrada ya enseñaba allí Filosofía).
Su crecimiento ya no se detuvo: en 1869 fue nombrado Jefe del Departamento General de Escuelas; en 1874, Director de las Escuelas Normales y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (que había sido creada recientemente); y en 1876, Rector del Colegio Nacional. Dictó también clases de Derecho Constitucional y Administrativo en la Facultad de Derecho.
Su justa fama de excelente docente y orador puede ser ilustrada con una anécdota alrededor de uno de sus más memorables discursos: transcurría el 24 de abril de 1877 cuando, exponiendo sobre la tiranía de Rosas, sacó a relucir sus excelentes virtudes en lo que terminó siendo un discurso apoteótico. Tan alto fue el impacto que causó su fenomenal oratoria que, al finalizar la conferencia, los alumnos y docentes lo siguieron en procesión por las calles de la ciudad. Cuando llegaron al pie de una estatua de San Martín, Adolfo Mitre, en nombre de los alumnos, improvisó un discurso para manifestarle a Estrada su apoyo y emoción.
Bienvenido sea, en este día, el recuerdo de uno de los más grandes educadores que tuvo nuestro país, y sirva como ejemplo para tantos y tantos profesores que día a día, y con la misma dignidad, forjan el futuro de la Argentina.
En este día se rinde homenaje a José Manuel Estrada, quien además de destacado profesor era un notable orador, escritor y periodista, y un gran educador. En su persona quedan representados todos los profesores que con profunda vocación contribuyen a la educación de las nuevas generaciones.
José Manuel Estrada fue uno de los más destacados intelectuales de su época (nació el 13 de julio de 1842 -en Buenos Aires- y murió el 17 de setiembre de 1894 -en Asunción del Paraguay-) y también, según quienes lo conocieron, el orador más virtuoso de la Argentina de aquellos años.
Estrada quedó huérfano desde muy pequeño, y quedó a cargo de su abuela, Carmen de Liniers. Concurrió al Colegio San Francisco, donde recibió con profundo interés lecciones de filosofía, teología, religión y humanidades, que lo forjaron como un férreo defensor del catolicismo, actitud con la que se destacaría años después en su tarea política.
Su formación autodidacta recibió un fuerte aliciente en 1858, cuando ya finalizados sus estudios primarios fue premiado en un concurso de historia. A partir de allí se interesó con mayor énfasis en el estudio de la historia, y así fue que terminó por convertirse en uno de los más destacados historiadores argentinos.
Además de abocado profesor, historiador puntilloso y católico combativo, Estrada fue escritor, periodista y político, todo lo cual lo transformó en uno de los más fieles exponentes del pensamiento argentino en los inicios de la modernidad de nuestra Nación.
Como escritor, se destaca su obra Signun Foederis (El signo de la Confederación), que resume su profesión de fe religiosa y su pensamiento político.
Señor Profesor
Con sólo 24 años (en 1866) se inició en la docencia, y al poco tiempo la recopilación de sus Lecciones sobre la Historia de la República Argentina se transformarían en un libro. Aunque joven, era muy reconocido, tanto que el mismo Domingo Faustino Sarmiento lo nombró Secretario de Relaciones Exteriores y le encargó la enseñanza de Instrucción Cívica en el Colegio Nacional (Estrada ya enseñaba allí Filosofía).
Su crecimiento ya no se detuvo: en 1869 fue nombrado Jefe del Departamento General de Escuelas; en 1874, Director de las Escuelas Normales y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (que había sido creada recientemente); y en 1876, Rector del Colegio Nacional. Dictó también clases de Derecho Constitucional y Administrativo en la Facultad de Derecho.
Su justa fama de excelente docente y orador puede ser ilustrada con una anécdota alrededor de uno de sus más memorables discursos: transcurría el 24 de abril de 1877 cuando, exponiendo sobre la tiranía de Rosas, sacó a relucir sus excelentes virtudes en lo que terminó siendo un discurso apoteótico. Tan alto fue el impacto que causó su fenomenal oratoria que, al finalizar la conferencia, los alumnos y docentes lo siguieron en procesión por las calles de la ciudad. Cuando llegaron al pie de una estatua de San Martín, Adolfo Mitre, en nombre de los alumnos, improvisó un discurso para manifestarle a Estrada su apoyo y emoción.
Bienvenido sea, en este día, el recuerdo de uno de los más grandes educadores que tuvo nuestro país, y sirva como ejemplo para tantos y tantos profesores que día a día, y con la misma dignidad, forjan el futuro de la Argentina.
jueves, 16 de septiembre de 2010
16 de Septiembre- DIA DE LOS DERECHOS DE LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS
Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios
Hoy se recuerda la operación conocida como la “Noche de los lápices”, que se desarrolló en 1976, durante la dictadura militar, e implicó el secuestro y desaparición de estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata, que habían luchado en defensa del boleto estudiantil.
En la madrugada del 16 septiembre, entre las 12:30 y las 5 hs. fueron secuestrados de los domicilios donde dormían los estudiantes secundarios y militantes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios): Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Claudio de Acha, Daniel Racero, Horacio Ungaro y Francisco López Muntaner. Hoy continúan desaparecidos.
Claudio de Acha, 17 años
Fecha de Nacimiento: 21 de septiembre de 1958, en el barrio Los Plátanos, cerca de la ciudad de La Plata.
Colegio: Colegio Nacional.
María Claudia Falcone, 16 años
Fecha de Nacimiento: 16 de Agosto de 1960, en la ciudad de La Plata.
Colegio: Bellas Artes.
Horacio Ungaro, 17 años
Fecha de Nacimiento: 12 de mayo de 1959. Vivía en Gonnet.
Colegio: Escuela Normal Nº3
Daniel Alberto Racero, 18 años
Fecha de Nacimiento: 28 de Julio de 1958
Colegio: Escuela Normal Nº 3
María Clara Ciocchini, 18 años
Fecha de Nacimiento: 21 de abril de 1958. Vivía en La Plata.
Francisco López Muntaner, 16 años
Fecha de Nacimiento: 7 de Septiembre de 1960
Colegio: Bellas Artes
La reafirmación de los derechos de los estudiantes en este día fue instituida por la Comisión Provincial por la Memoria.
Los chicos que desaparecieron en La Noche de los Lápices eran estudiantes secundarios que hacían ejercicio de su ciudadanía, que luchaban para facilitar el acceso a las escuelas de cada uno de sus compañeros de aula. Veintiocho años después, es necesario revitalizar la memoria y acompañar a los estudiantes de hoy en el ejercicio de sus derechos.
Es por eso que hoy agrupaciones de estudiantes y organismos de derechos humanos recordarán en diversos actos a los seis estudiantes secundarios secuestrados y desaparecidos por la dictadura militar.
Las actividades destacadas son una marcha desde Congreso hasta Plaza de Mayo, a las 18 hs., que culminará con un acto de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios y Artísticos; la colocación de una placa en homenaje a Claudio de Acha, uno de los desaparecidos, en el Colegio Nacional de La Plata; y un homenaje a Horacio Húngaro, otro de los estudiantes, a las 13hs., en la Escuela Número 12 de la capital bonaerense.
La película
En 1986 se realizó un film basado en La Noche de los Lápices, cuya dirección corrió a cargo de Héctor Olivera y sus protagonistas fueron Alejo García Pintos, Vita Escardó y Pablo Novarro, entre otros.
El argumento se basa en que en septiembre de 1976, durante los primeros meses del último gobierno militar en la Argentina, siete adolescentes de la ciudad de La Plata son secuestrados, torturados y asesinados a raíz de sus protestas por el aumento del boleto estudiantil. El film relata estos sucesos desde la voz y presencia de su único sobreviviente.
Basado en un hecho real, este drama es uno de los films más emblemáticos del cine testimonial argentino sobre los crímenes de la sangrienta dictadura que gobernó el país hasta 1983.
Hoy se recuerda la operación conocida como la “Noche de los lápices”, que se desarrolló en 1976, durante la dictadura militar, e implicó el secuestro y desaparición de estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata, que habían luchado en defensa del boleto estudiantil.
En la madrugada del 16 septiembre, entre las 12:30 y las 5 hs. fueron secuestrados de los domicilios donde dormían los estudiantes secundarios y militantes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios): Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Claudio de Acha, Daniel Racero, Horacio Ungaro y Francisco López Muntaner. Hoy continúan desaparecidos.
Claudio de Acha, 17 años
Fecha de Nacimiento: 21 de septiembre de 1958, en el barrio Los Plátanos, cerca de la ciudad de La Plata.
Colegio: Colegio Nacional.
María Claudia Falcone, 16 años
Fecha de Nacimiento: 16 de Agosto de 1960, en la ciudad de La Plata.
Colegio: Bellas Artes.
Horacio Ungaro, 17 años
Fecha de Nacimiento: 12 de mayo de 1959. Vivía en Gonnet.
Colegio: Escuela Normal Nº3
Daniel Alberto Racero, 18 años
Fecha de Nacimiento: 28 de Julio de 1958
Colegio: Escuela Normal Nº 3
María Clara Ciocchini, 18 años
Fecha de Nacimiento: 21 de abril de 1958. Vivía en La Plata.
Francisco López Muntaner, 16 años
Fecha de Nacimiento: 7 de Septiembre de 1960
Colegio: Bellas Artes
La reafirmación de los derechos de los estudiantes en este día fue instituida por la Comisión Provincial por la Memoria.
Los chicos que desaparecieron en La Noche de los Lápices eran estudiantes secundarios que hacían ejercicio de su ciudadanía, que luchaban para facilitar el acceso a las escuelas de cada uno de sus compañeros de aula. Veintiocho años después, es necesario revitalizar la memoria y acompañar a los estudiantes de hoy en el ejercicio de sus derechos.
Es por eso que hoy agrupaciones de estudiantes y organismos de derechos humanos recordarán en diversos actos a los seis estudiantes secundarios secuestrados y desaparecidos por la dictadura militar.
Las actividades destacadas son una marcha desde Congreso hasta Plaza de Mayo, a las 18 hs., que culminará con un acto de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios y Artísticos; la colocación de una placa en homenaje a Claudio de Acha, uno de los desaparecidos, en el Colegio Nacional de La Plata; y un homenaje a Horacio Húngaro, otro de los estudiantes, a las 13hs., en la Escuela Número 12 de la capital bonaerense.
La película
En 1986 se realizó un film basado en La Noche de los Lápices, cuya dirección corrió a cargo de Héctor Olivera y sus protagonistas fueron Alejo García Pintos, Vita Escardó y Pablo Novarro, entre otros.
El argumento se basa en que en septiembre de 1976, durante los primeros meses del último gobierno militar en la Argentina, siete adolescentes de la ciudad de La Plata son secuestrados, torturados y asesinados a raíz de sus protestas por el aumento del boleto estudiantil. El film relata estos sucesos desde la voz y presencia de su único sobreviviente.
Basado en un hecho real, este drama es uno de los films más emblemáticos del cine testimonial argentino sobre los crímenes de la sangrienta dictadura que gobernó el país hasta 1983.
lunes, 6 de septiembre de 2010
E.O.I-- Espacio de Reflexión para los estudiantes de 3° Año "C"
Queridos estudiantes de 3° Año "C", Bienvenidos al Blog de Los Luceritos!!!
Este espacio queda destinado para que ustedes puedan expresar y compartir sus experiencias, aprendizajes, emociones, sugerencias, inquietudes y comentarios que les surjan a lo largo de las clases que desarrollaré en el espacio de E.O.I. en Técnicas de Estudio".
El sentido de esta tarea es compartir el proceso de Aprendizaje que va teniendo lugar en las clases de E.O.I
Anímensen a participar, este es un lugar de aprendizaje mutuo!!!
No olviden firmar cuando realicen un comentario.
GRACIAS!!!
Hasta pronto Luceritos de 3° Año "C".
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